Desde siempre me han encantado los animales, de hecho, no tengo ninguno en casa debido al poco tiempo que podría pasar con ellos...
Desde pequeñita, en una casita en el campo que tienen mis padres, hemos tenido perros: perros pequeñitos juguetones que nos han servido tanto para darnos cariño, así como para "proteger" la propiedad.
Personalmente, creo que es importante para los niños, si no tienen posibilidad de tener mascota en casa, que crezcan cerca de alguna, no solo por los sentimientos positivos que esto crea, sino también por el sentido de la responsabilidad que genera.
El tema de "mascota en el aula", siempre ha estado muy enfocado a Educación Infantil, si bien, ¿a qué clase de niños de Primaria no le gustaría disfrutar de la compañía de una mascota en el aula? imagino que sería lo que todos desearían.
Tras mucho pensar en la responsabilidad que acarreaba, me decidí por sorprender a mis peques con una tortuga de agua: animal "resistente", que puede estar en el aula sin ocasionar ruido alguno y que encima, necesita pocos cuidados, más allá de tener agua limpia y cerca de una fuente de calor y comida diaria.
El trabajo que pretendo que hagan mis alumnos es atenderla diariamente y además, llevarla a casa durante el fin de semana. Se me ha ocurrido también rellenar un pequeño "diario de una tortuga" cada vez que la devuelvan el lunes y hablar sobre la responsabilidad que han tenido con el animal.
De momento ellos están encantados y ella... nuestra Filomena... parece que no se siente de otra forma acompañada por los peluches de una de mis alumnas en su habitación.
¿Qué opináis? ¿os parece enriquecedor para los niños? Muchas gracias por leernos.
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