Es muy difícil para mí poder describir lo que he sentido a lo largo de este curso escolar.
Un curso escolar que apuntaba maravilloso en el horizonte: después de 3 años con mis niños (un grupo estupendo con 23 soles) y como todo se truncó de momento...
A lo largo de estos 3 años, me han dado muchos ejemplos, he aprendido tantísimo de ellos...
Pero el mayor ejemplo de todos me lo han dado en este confinamiento, sin perder ni un día de trabajo, estando siempre ahí y demostrando esas capacidades maravillosas que tienen para usar lo tecnológico y despertar en todos los adultos lo humano.
Si algo me ha enseñado este horrible virus es que cuando los niños te respetan y te quieren, no hay barreras.
Solo siento no haberlos podido despedir como se merecían, con una graduación presencial maravillosa.
No obstante, por aquí dejo la graduación virtual que pudimos realizar, que fue increíblemente emocionante también.
Volad alto, mis cuquis.
Os quiero.
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